Pizzeria «La Llar», excursión por los aledaños Gandienses

Cualquiera que venga a Gandia preguntará por sus afamados Francisco de Borja o Ausiàs March, y aunque este ultimo paso gran parte de su vida en Gandia, el poeta que escribía en «vulgar lengua valenciana» como su cuñado Joanot Martorell escribiría en «Tirant lo Blanch», nació en realidad algo mas arriba del río Serpis, en Beniarjó, y a esta localidad nos desplazamos para atender a nuestro apetito.

Como veis estamos en «La Llar», un local ubicado en la parte histórica de Beniarjó, recorrido por calles estrechas y con secretos en cada esquina. Lo mismo encuentras un altar sin santo que una plaza sin salida, pero como todos los caminos llevan a Roma, cuando lleguemos a la iglesia sabremos que la pizzeria esta cerca.

El local tiene una estética antigua muy confortable, tanto en el interior como en el exterior la apariencia es acogedora, quizá algo oscura, que no representa un problema si la cena es en plan romántico. No incita a las cenas de juventud con gritos y algarabío, y eso que su menú nos recuerda a uno de esos locales que así se promocionan.

Los primeros platos que pedimos, como veis arriba y abajo, ensalada y entrantes, compuestos por una ensalada de la casa, que en muchos sitios sera la especial, y una selección de varios entrantes que descubrimos a continuación.

Arriba del todo, Patatas Carpanta, acompañadas con una salsa parecida a un romesco con pimentón, las patatas se veían bastante caseras, y desde luego la diferencia se notaba. Abajo Delicias y Aros de cebolla. Las delicias, una suerte de croqueta aplanada, se acompaña con mermelada de frambuesa la cual combina perfectamente ya que esas delicias son de queso.

Los Aros de cebolla ya de por si tenían una pinta muy apetitosa. Creo que es uno de los platos mas generosos de aros que nos han servido últimamente, y aparte de la pinta su sabor también era muy bueno. Lo mismo que con las patatas en este entrante se han preocupado de elaborarlos y no de sacarlos de la bolsa ultracongelada.

Siempre hemos comentado que algo tan simple como una patata era pecado ponerlo congelado, aquí creo que han entendido el concepto.

Tras abrir boca era turno de los platos principales. Aquí es cierto que tenemos una amplia variedad, y es que aunque es una Pizzeria, «La Llar» ofrece en su carta otros platos, y creo que hicimos una selección correcta para probar todo lo mejor que ofrece. La variedad va desde las Hamburguesas hasta los Costillares con varias salsas, pasando como no por las afamadas Pizzas.

Los costillares se presentan con sus salsas correspondientes. Este es el costillar a la Miel. Aunque su nombre lo indica el costillar no pasa por ser una pieza estándar con poca salsa, bien, diríamos que no ha existido la misma premura en la elaboración que con los entrantes, y mas si nos hemos fijado en, efectivamente, las inefables patatas congeladas. Quizá el espacio tiempo se ha doblado y el cocinero que fue capaz de elaborar un digno entrante con patatas caseras ha sido absorbido y ahora vaga en una dimensión paralela, solo así explico que de la misma cocina con minutos de diferencia nos presenten unas patatas tan diferentes y mediocres.

El Costillar Barbacoa si tenia su correspondiente salsa que lo cubría. Así es acertado presentar las cosas, aunque ya veis que la ración de tubérculos ultra-congelados pre-cortados no falto tampoco.

Y es que un plato que podría dar mucho mas de si te deja algo preocupado, en primer lugar la carne esta perfectamente cocinada, es jugosa sin estar cruda, se desprende del hueso fácilmente y resulta un costillar mas sabroso que otros mas afamados. Por eso no se acaba de entender que lo que le acompañe no tenga la misma calidad.

Otro de los platos que se pueden pedir al mas puro estilo Fast Food son las hamburguesas, como muestra esta Hamburguesa Golosa, que como se ve tiene una pinta algo genérica. Lo de golosa le viene por la cebolla caramelizada que incorpora bajo el bacon, si, a mi también me costo un poco encontrarla, y no se si merece la pena indicar en la carta que incluye un ingrediente si vas a poner tan poco. Caso peculiar es la hamburguesa en si que se prepara en «La Llar», ya que si se nota que están elaboradas de manera especial, o al menos yo no he comido ninguna así en otros sitios, par bien y para mal. Es una carne quizá muy pasada por la picadora y especiada, o quizá es la mezcla de carnes. Un plato interesante en cualquier caso, pues su sabor era bueno, y es diferente, que siempre es divertido. La acompañaba ensalada y ketchup, una presentación muy americana, y si, el paquete de patatas congeladas aun no se había terminado al parecer.

El plato estrella de las pizzerias es obviamente las Pizzas, y vamos a pormenorizar, pues si algo queda claro como hemos visto, es que nada nos ha dejado indiferentes. Las pizzas que pedimos fueron Borromea, Serrana y Del Bosque, esta ultima vegetal, no en homenaje a ningún entrenador. Todas se eligieron con el adicional del huevo, y como queda patente las pintas son muy apetecibles, con una buena cantidad de ingredientes y con un tamaño adecuado para no comer demasiado ni quedarte corto.

Las pizzas de «La Llar» tienen una peculiaridad, su masa. Ya se sabe eso de que el secreto esta en la masa, pero nadie nos dice si el secreto es bueno o malo. Y es que es un aspecto que nos crea controversia. Si bien la masa mas tradicional de pizza es mas parecida a un pan, esta es mas parecida a una galleta. Muy compacta y fina, apenas para sostener los ingredientes que la conforman, como si la base misma no fuese parte de la pizza. Algunos adoran esto, yo tengo el corazón dividido, pues me gustan casi de cualquier manera las pizzas, pero esta ciertamente no parece una pizza «tradicional», cosa que choca con todo lo que la noche nos prometía.

La opción vegetal incluía huevo a petición, pero creo que es interesante señalar que se puede pedir una opción lo mas vegetariana posible, aunque sea un local que en su carta ofrece mayoritariamente platos carnívoros.

Como buena pizzeria, «La Llar» ofrece su aceite casero picante, una tradición en las pizzerias. El aceite contenía un buen puñado de cayenas y hierbas, seguramente una receta casera del cocinero ideada tras «pimplarse» la botella de Wihsky que lo contiene.

Una cena no es completa sin su correspondiente postre, y a veces sorprende que en este momento del evento los camareros se pierdan un poco, no tenga el material para tomar nota o simplemente no preparen la mesa para el postre, eliminando rastro de todos los platos vacíos. Nada particular en la critica porque es algo común y a veces molesto que pasa de manera demasiado habitual a donde quiera que vayamos. Nuestros postres se compusieron de Pannacota, Brownie, Torrijas de Chocolate y Crepes.

Presentada en un vaso, bastante sencillo pero efectivo, esta pannacota estaba elaborada adecuadamente, con su textura característica, con pocas pegas al respecto, porque a veces sobran los detalles.

El Brownie como vemos se acompañaba de una bola de helado de vainilla, y se regaba con mas chocolate, un postre en linea con la parte americanizada de la carta, correcto, aunque la bola de helado estuviese algo maltrecha.

Finalmente las Torrijas de Chocolate era el postre mas intrigante. Te esperas algo similar a la torrija, y lo que te aparece es una especie de brownie crujiente por fuera. Algo que no llamaría torrija pero que daba un buen resultado. Como vemos se presentaba con helado, también una bola de vainilla. En este caso algo mas liquida, es de suponer que no tenían el helado correctamente refrigerado quizá porque la cámara esta repleta de bolsas de patatas congeladas y no les cabe.

Los crepes presentados a imagen y semejanza de los demás postres, tenían un tamaño adecuado para postre. Los postres no tienen que ser siempre tan grandes como el plato principal, por eso un crepe común puede resultar grande, así que particularmente veo acertado ese formato mas contenido. Regados con chocolate, como su relleno, resultaron deliciosos.

Al realizar el repaso de la cena y ver la cuenta sinceramente me sorprendió un poco que no fuera mas caro. Ya sabemos como se las gastan otros que sirven costillares, hamburguesas y similares, por eso ir a un sitio y no salir con la sensación de que has cenado por encima de tus posibilidades es de agradecer. No es McDonalds, no comes por un euro, pero el gasto por persona tiene su justificación.

¿Que me ha gustado?, bien, la comida en general buena, los entrantes elaborados, el trato cordial, a veces sin mas remedio que serlo para salir airoso de pequeñas meteduras de gamba, y en definitiva un sitio por el que merece la pena salir de la ciudad.
Lo que no me ha gustado creo que es evidente. Hay cosas poco coherentes con la elaboración casera de algunos platos, y corregir esto en pro de la calidad seria adecuado, porque no cuesta mas dinero, porque no cuesta mas trabajo, y porque aporta mucho al cliente.

G.Rojo