Pizzería La Tagliatella

Ya sabéis que nos encantan las pizzas, nos encanta repetir, alternar, probar cosas nuevas, y hasta hacerlas en casa y frikear con distintas proporciones de harinas, tiempos, levados, etc.
Y es que la pizza es un manjar del que no me hartaría nunca de comer. Lástima que uno tenga que cuidar la alimentación para no traspasar la línea… nunca mejor dicho.

Así que esta vez nos vamos a probar una nueva pizzería que han abierto en Gandia, La Tagliatella.
Está situada en la última planta del C.C. Plaza Mayor, junto al Foster’s Hollywood.

Lo primero que sorprende es la decoración del local, muy cargada pero elegante, con muchos detalles de  «reminiscencia italiana» como lo denominan ellos.
Personalmente, me parece un local de lo más acogedor y en el que te sientes muy agusto. Como único detalle negativo, quizás las sillas, duras como la madera de la que están hechas, y que al cabo de una larga velada nuestras queridas posaderas empiezan a acusar. 
Y es que el restaurante invita precisamente a eso, a una larga velada para disfrutar de la experiencia del buen comer y de la compañía sin tener que mirar el reloj.

Otra cosa que nos sorprende y muy positivamente es la amabilidad y buen hacer del servicio, con una profesionalidad y educación digna de mencionar, y que tanto cuesta encontrar en tantos sitios.
El servicio se encuentra en el justo lugar y sin sobrepasar la línea de la pesadez. 
Aunque en algún momento se notaba la falta de «rodaje» del equipo, todo transcurrió de manera perfecta, desde la bienvenida de parte de la dirección hasta la despedida de nuestros camareros.

Como suele ser habitual en sitios nuevos, solemos pedir un poco de todo para ver que tal se llevan con los distintos tipos de comida, así que comenzamos con un riquísimo Carpaccio Napolitano.

Constaba de tomate, mozzarella de búfala, anchoas y paté de aceitunas negras, además de unas ricas y aromáticas hojas de albahaca.
Una «ensalada» fresca, con mucho sabor y muy refrescante. Calidad de ingredientes y una presentación muy cuidada.

Continuamos con otro pequeño entrante, Pane della tagliatella.

Son como unos pequeños trozos de focaccia de distintas variedades. Con tomates Cherry, aceitunas y cebolla. Es como una coca de la terreta, con masa más gorda y cortada en largas tiras.
Es un buen bocado con un sabor intenso de los distintos ingredientes.
Un detalle: si pides pan durante la cena, éste es el que te servirán, pues no hay pan «normal».

Paso ahora a una ensalada, la Insalata tagliatella.


Con una presentación muy cuidada y un sabor intenso, le damos una nota muy alta en nuestro ranking de ensaladas probadas. Que no os creáis que es asunto fácil, en muchos sitios te abren una bolsa de Mercadona, chorro de crema balsámica y ale, a cobrar 10 eurazos…

Esta compuesta de distintas lechugas, un sabroso tomate confitado, nueces y manzanas caramelizadas, prosciutto di parma, ricotta y unas tostas de parmesano.
Vinagreta perfecta y un sabor general fantástico. Muy recomendable.

Como otro entrante pedimos la Provoletta, que es el típico queso provolone con unas verduras asadas.
Cabe decir que teníamos hambre, mucha, y cuando nos acabamos el plato me acordé de que no le hice foto, así que pongo una que he encontrado en internet. Era prácticamente igual a esta.

Queso fundido, que has de comer bastante rápido, pues conforme va atemperando se va haciendo más consistente y cuesta sacar un trozo sin pelearte con los hilos kilométricos de queso jugoso…xD

Comenzamos con los platos fuertes. Una Lasagna bianca.

En este caso nos sorprendió ya que todo el mundo decía que los platos son enormes y has de compartir si o si, y la lasaña al menos era una ración más bien normal.
La pinta era buenísima, con una capa superior gratinada perfecta y con las típicas burbujitas de queso en los laterales del plato.
Es una lasaña bastante básica ya que esta hecha de queso, jamón york y bacon, y a mi me sorprendió gratamente ya que con tan pocos y básicos ingredientes, tenía un sabor profundo e intenso difícil de conseguir. 
Aún así es un plato muy simple que pedimos porque uno de nuestros glotones es bastante guerrero con los ingredientes…
En el corte podéis ver las capas que forman la lasaña.

Continuamos con más platos. Turno de una pizza!
En este caso una Prosciutto.

De nuevo la elección muy básica por nuestro guerrero glotón.
A mi la masa me pareció muy rica, bastante fina e hinchada por los laterales. Muy crujiente y bien tostada, aunque al glotón rojo le pareció algo sosa y con falta de sabor. Quizás sí tenía razón que le faltaba un puntito de sal, pero me pareció bastante buena.
No esperes una masa de pan con su molla y demás, aquí no la hay.
El tamaño, pues es grande, pero tampoco exagerada ni lo que nos temíamos por los comentarios. De hecho al glotón guerrero le aseguramos que no podría con ella y tenía que repartir, y visto el tamaño, cada vez que una mano asomaba al plato miraba con furia y poco le faltaba para gruñir.
Nos gustan más los ingredientes más pequeños, mejor repartidos, pero cierto es que la pizza es muy básica y por ello hay muchos bocados en los que comes masa y queso solamente. También echamos de menos un toque más de orégano.

Cuando entramos al restaurante, nos quedamos boquiabiertos por un ENORME calzone que había en la entrada, y que vimos pasear en alguna ocasión por el comedor.
Así que sin dudarlo un segundo, pedimos uno de ellos.

Lamentablemente el tamaño no se acercaba al mostrado, cosa que a mi personalmente me «indignó» terriblemente. Quería meterme dentro de él, excavar en sus profundidades y perderme en sus jugos, como si en un cuento me encontrara, y llegó un calzone de un tamaño bastante estándar. 
De hecho nuestro amigo pizzero Marquitos nos los hace bastante más grandes.
Me pareció muy curiosa la forma tipo croisant, con las «patas» de masa, muy ricas por cierto.
Me sobraba totalmente el chorrazo de balsámico, del que cuestiono su utilidad estética y que realmente me molestaba cuando me lo encontraba en algún bocado.
El sabor en su interior era bastante correcto, pero no es el mejor calzone que he probado. Tomate, mozzarella, gruyère, taleggio, berenjenas, aceto balsámico, speck y virutas de parmigiano son sus ingredientes como reza la carta.
Bien, es un buen calzone, pero no un maravilloso calzone.

Y esta fue la selección de platos principales que elegimos. Pero no, no nos vamos a ir sin probar los postres. De hecho, la crítica con los postres es buena, así que vamos a por ellos.

Croccantino

Y un Cioccofondente

Los postres son SUBLIMES. Tanto en sabor como en presentación. No podíamos parar de comer. La mezcla de helados del Croccantino, junto con su tapa crujiente con almendras y piñones era…

¿Habéis visto Ratatouille? La escena en la que el hermano prueba el queso con las fresas y comienza a descubrir sabores? Pues así me sentía yo…

Y sí, ESA era mi cara en esos instantes…

Y del Cioccofondente no puedo añadir mucho más. Si el Mascarpone por si solo es una delicia, imaginadlo mezclado con chocolate y pequeños bizcochos de chocolate, y regado al gusto con chocolate caliente….

Unos bocados sencillamente orgásmicos, sin duda.

Cerramos la cena con cafés, chupitos y demás, pero antes damos un paseo por el salón aprovechando que ya está vacío y podemos curiosear. Sin dejar de lado como siempre mi típica visita a los baños.

Sorprende el horno. Es una pasada. Si te gustan los cacharros de cocina y demás no puedes dejar de verlo.

Es curioso porque la forma es como uno de leña típico, pero este es de gas. De hecho al fondo se ve la llama. Tiene una piedra circular en el fondo que va dando vueltas y también se calienta para cocinar la pizza por debajo.

Estéticamente me pareció brutal, con una mezcla de tradición y modernidad perfectos. Con un acabado en acero inoxidable y chapa oxidada.

Algunas fotos más del local

En esta última vemos la terraza del Foster’s, que ha quedado muy básica con un duro competidor al lado. Tendrían que considerar una reforma de la terraza…

Y por último, mi paseo por los baños a ver si todo está correcto. Debe estarlo, no? Local nuevo, recién abierto…

Preciosas imágenes te reciben al entrar.

Y en el interior, todo correcto. Todo muy limpio y en su sitio. Aunque, calorrrrrrr. Calorazo en el interior del baño. Poca ventilación e iluminación cañera. Quizás un simple cambio de bombillas tipo LED solucionen algo el asunto. Aunque cuando arranca el secamanos, la temperatura sube como la espuma. Toallitas secamanos… si está inventado!

Y ya para finalizar, la dolorosa. En ese momento un pequeño golpe a la butxaca se avecina. 

Salimos a una media de unos 25€ por cabeza. ¿Caro? Bueno, pues tampoco hemos comido tanto, la verdad, y analizando la cuenta vemos que las bebidas nos parecen excesivamente caras. A 2,78€+IVA los refrescos… son caros.

Los platos, a una media de unos 10-12€. Para una pizza, pues también puede que sea algo elevado. 

Los postres a unos 5€, dentro de la media.

Esperábamos unos 20€ por persona. Porque el miedo es, si pedimos en vez de para compartir, cada uno su plato, ¿saldremos a unos 30€? 60 por pareja ya se nos antoja algo elevado. Porque reduciendo (injustamente) a la mínima expresión, al final «estás comiendo pan».

Así que, pequeño debate en mesa, porque aunque la atención, el local y los platos han sido muy buenos, no deja de ser una pizzería. Pero bueno, también pueden/deben haber pizzerías más caras no? Al igual que está el Comics, también está el Foster’s…

También echamos de menos algún tipo de menú degustación, o incluso un menú semanal para la gente trabajadora, comerciales y demás. Estamos en un centro comercial… Y esa gente no se puede gastar 25€ por comida.

Cierto es que no se convertirá en una pizzería a la que acudir asiduamente, pero si a una que repetiremos, sin duda.

Por nuestra parte, sin dudarlo un segundo, le damos el sello de Comer en Gandia.

Por Glotón Blanco.