Sushi en Shangri-la

Pues sí, nos gusta el sushi, aunque con cierta «rabia» ya que nos gusta desde siempre y ahora que «está de moda», pues parece que eres muy cool o moderno comiendo o yendo a lugares de sushi.
Pero bueno, aunque seamos antimodas, la ventaja es que cada vez hay más sitios donde degustar y probar distintos sushis, y eso es una buena noticia.

Hacía tiempo que teníamos en mente venir al Shangri-la, pero entre unas cosas y otras, y que teníamos ciertos «reparos» por el sushi que nos iban a servir, pues aún no habíamos ido.
El caso es que ya estamos aquí, y la verdad es que ha sido toda una sorpresa. ¿Buena o mala? Sigue leyendo…

Para empezar el local es chulo, muy abierto, muy enfocado a las copas nocturnas de la noche veraniega Gandiense, pero que bien recibe unas mesas de comedor con sus cómodas sillas para darte un pequeño festín Japo. Para el invierno lo tienen cerrado con una cristalera y nos sentimos bastante agusto.
Música algo alta para conversar, que fue bajada sin problema en cuanto lo solicitamos. Iluminación algo molesta para cenar, ya que es escasa y de colores que van cambiando, asunto que nos volvió a complicar la toma de fotografías… Y un servicio peculiar. ¿Malo? En absoluto, simplemente distinto a lo que suele ser un restaurante.
Es un servicio y atención al cliente algo más distendido, más informal, aunque cuidado. Estando allí te preguntas si es un servicio acorde a lo que suele ofrecer un restaurante, pero es que, no es un restaurante al uso.
Inmediatamente pones el chip de fin de semana noche, de olvidarte del ajetreo diario y de relajarte comiendo y bebiendo sin que importen los protocolos, normas de servicio y demás normas de salón de mantel de tela.

Pasamos al análisis de los platos, que me enrollo…
El camarero amablemente se ofreció en asesorarnos en la elección de platos, pero nosotros ya hemos probado bastante sushi y queremos analizar la carta, por lo que no necesitamos su ofrecimiento aunque se lo agradecemos.
Nuestra duda con este sitio básicamente venía en que si allí no hacen la comida, ya que el dueño es el mismo que el del Wok Gao que hay en el local de al lado, si nos  iban a servir el mismo sushi que tienen allí, pero más caro.
Realmente lo piensas, si allí vale x euros la entrada y te puedes «jartar» de sushi, y aquí cada ración la pagas, ¿realmente es buena opción si va a ser la misma comida? Vamos a verlo.

Empezamos con una ensalada, que nos dejó algo fríos.

Es una ensalada muy estándar, con lechuga, tomate huevo y maíz. Además la sirven con aceite y vinagre, no con alguna salsa agridulce o similar. La lechuga iceberg estaba cortada en trozos demasiado grandes, tanto que teníamos que trocearla nosotros.
No era una mala ensalada, pero por 5€ que cuesta esperábamos algo más trabajado. Como mínimo una vinagreta o salsa especial.

Turno ahora de otro entrante, los típicos rollitos.

El punto de fritura estaba muy bien, con una masa crujiente y nada aceitosa. Los acompañaban una salsa agridulce algo atípica, más bien parecida a una mermelada, con un sabor estupendo.
Mezclada con los rollitos fueron toda una delicia.
Vienen dos por persona y son de los tipo Vietnamita, de los pequeñitos.

Empezamos a entrar en materia.
Tienen una especie de menú sushi llamado «Sushi Point», que consiste en 8 piezas de sushi y una bebida por 8€.
Es una muy buena opción para una cena ligera y con un precio muy Mc Donalds.
Consta de dos Nigiri de atún, dos de salmón, un Futomaki, un Hosomaki y dos California Maki, además de su pasta de Wasabi.

A nosotros nos gustó mucho, tanto el punto del arroz y su textura, así como el sabor del pescado. Realmente notamos mucha diferencia con el que hemos probado en varias ocasiones en el wok. Sí, viene del mismo sitio, pero éste sabe como más «recien hecho». Sobre todo en las variedades con alga Nori exterior, que en el wok suele estar más plasticosa y dura, aquí estaba mucho mejor.
De hecho los nigiris pasaron la prueba de darles la vuelta para mojar en la salsa de soja sin que se desmontaran, algo que no suelen aguantar los que hemos probado en otros sitios.

Como decimos, al pedirlo todo de carta y, suponemos, hacen para nosotros al momento, eso se traduce en un mejor sabor, textura y en definitiva, un mayor disfrute.

Pasamos a probar unos Temaki, que es como una ración de sushi envuelta en un «cono» de alga nori. La ración es mucho más grande que el resto, de hecho aguanta tres o cuatro bocados.

A mi me sorprendió gratamente, ya que la cantidad de ingredientes y mezcla me pareció fantástica. Sin ser fan del aguacate, y que aquí venía en una cantidad elevada, no me molestó en absoluto, más bien le dio un toque de grasa vegetal que le hacía un muy buen favor al Temaki, resultando un bocado de lo más apetitoso.
Por último probamos una ración de sashimi de pez mantequilla, que se ve en la foto anterior, justo detrás del Temaki.
Yo no lo había probado nunca, y la verdad es que fue una grata sorpresa. La textura la da perfectamente su nombre, porque es pura mantequilla cuando te lo metes en la boca. Sin llegar a deshacerse, es un bocado muy suave y delicado, que no tiene un sabor muy fuerte. De hecho, mojado unos segundos en salsa de soja hace que su sabor aumente.
Quizás la ración es algo justita. Pero es que está bueno… queremos más! xD

Para terminar en esta ocasión no pedimos postres, pero sí que nos quedamos a degustar de unos ricos cocteles que tan bien preparan, así que entre cena y copas, te puedes pasar toda la noche de charla con tus amigos tan ricamente. Y es que esa es la idea, que hagas el kit completo por lo que todo el presupuesto de la noche se queda en la misma casa. La verdad, como negocio está bien pensado…

Como no podemos faltar a nuestra visita obligada en nuestra búsqueda del baño, no ya perfecto, pero sí completo, aprovechamos para lavarnos las manos y ver que tal lo tienen.

Lamentablemente y como viene siendo habitual, nos falta algo. En esta ocasión toallitas secamanos, por lo que debemos secarnos con papel higiénico, con la manía que tiene de quedarse pegado a nuestras manos y cara… en fin.

En resumen, la sorpresa ha sido muy positiva. Esperábamos un sushi más mediocre y una crujida al bolsillo algo más acusada. Cierto es que hay que pedir con tiento, y es muy buena opción pedir el menú «Sushi Point», ya que si pides mucho suelto de la carta te puedes llevar una sorpresa en la factura.
En nuestro caso salimos a lo que acostumbramos a pagar en el resto de sitios, unos 15-20€ por cabeza y sin salir hinchados a tope, cenamos más que considerablemente. Es que, salir a cenar no tiene que ser siempre llegar a casa con el botón del pantalón desabrochado…

Una pena que más gente no se anime a probar la cena allí, ya que poca más gente había con nosotros cenando, aunque sí la había en la zona de cocteles.
Creemos que con algo más de publicidad, incluso en el propio local, con carteles tipo «Sushi bar» grandes o algo así, se daría a conocer mejor. Desde fuera desde luego la zona de comedor pasa muy desapercibida y no parece una opción más de restauración de las que ofrece Plaza Mayor.
Quizás un puntito más en la atención sería recomendable, ya que en alguna ocasión te quedas un poco desangelado allá al fondo del local, con la música algo alta, y teniendo que gritar para pedir otra cerveza al camarero.
Nosotros es muy probable que repitamos, ya que sin duda le damos el sello de Comer en Gandia.
Por cierto, en la carta tienen más que sushi, así que podéis ir tranquilamente con gente a la que no le guste o no se atreva a probarlo (ellos se lo pierden).

Por Glotón Blanco.