KSA King – Döner Kebab

Que gran servicio ha hecho Google a la sociedad con su StreetView, con el podemos casi visitar los sitios sin tener que movernos de nuestra silla, pero nosotros somos un poco mas analógicos, así que esta semana hemos cogido los trastos y nos hemos ido al KSA King Doner Kebab en la plaza Joaquín Ballester.

Aunque en occidente le llamamos kebab a todo lo que sale de los restaurantes árabes-turcos, lo cierto es que lo que comemos normalmente es el Döner, que es la carne en si, vamos, según wikipedia «El término «döner kebab» significa «carne a la parrilla que da vueltas» «. Y aquí termina la introducción etimológica, porque fuimos a comer, que es lo que importa. Así que al lío, y como dijo Jack el Destripador: ¿»de aquí me hago yo unas butifarras que lo flipas»?, no… «vamos por partes».

Como podéis ver en la foto, este local se sitúa en una rotonda, con su terraza en plena acera de la misma. Cuanto menos es peculiar, desde luego la comida rápida y el ambiente urbano están en sintonía con el propósito de la terraza, tomarte algo rápido y continuar. El hecho de que un árbol y una farola se interpongan ante una eventual salida de pista de algún coche también ayuda a ganar confianza y no tener que degullir la comida mirando de reojo que nadie derrape de manera poco conveniente. Por suerte nosotros comimos dentro del local.

Una vez sentados pedimos las bebidas y los entrantes, nos atendieron relativamente rápido, todo lo rápido que después les falto para servir lo pedido. Se trataba de una cena rápida, barata, así que nada de entrantes raros, nuestro estilo gourmet se quedo en casa. Patatas fritas y cerveza, coca cola, agua…

Nuestro gourmet no estaba presente así que no tuvo que disgustarse por ver que las patatas fritas eran de bolsa. Creo recordar que los tubérculos crecen bajo la tierra y no en las entrañas de un congelador. Es una lastima ver que bar tras bar no hay ningún triste pinche que se digne a pelar una patata y freírla.. en fin. Nos Gusta: Siempre suele haber sitio para cenar, esta ambientado pero no es demasiado ruidoso. Gusta menos: A ratos los camareros se abstraen y olvidan que tienen clientes en las mesas.

Antes de que exclaméis «wtf?» os comentare una de las gracias de este Döner Kebab, y si, es que sirven pizzas. Bueno, la carta en si es diversa, raro es ir y que algo no te guste, bueno, si, la redacción de la carta, que haría revolverse en su tumba a Cervantes. Las pizzas no son malas, pero tampoco son las de un pizzaiolo entrenado, y como vemos, si no queda York, pues metemos Choped. ¿Sabeis eso de que analizaron decenas de Kebabs en Madrid y todos tenian carne adulterada con caballo o con exceso de tendones…? Supongo que en la pizza piensan lo mismo, solo que aquí si que se ve. Nos gusta: Carta variada, siempre hay algo comestible si no te gusta el kebab. Gusta menos: Si el cocinero esta inspirado te comes una pizza decente, sino, vacía el fondo de la cámara en tu cena.

Analizados los platos y entrantes menos típicos de estos locales, llega el turno de analizar lo que son sus especialidades. En primer lugar vamos a hacer la distinción entre lo que sirven. A groso modo, el Döner Kebab seria ese pan de pita relleno de verduras, döner y salsas, que a pesar de todo tiene un origen alemán, luego tendríamos el Lahmacun, que es ese rollo de döner con salsas y verduras, envuelto en papel de aluminio. Por ultimo tendríamos el pan turco, en realidad es un pan plano abierto que rellenan con lo mismo que rellenan el resto… simplificando, te sirven lo mismo en los tres casos, pero de manera distinta.

Como vemos el relleno es generoso, y el pan no es precisamente pequeño. Para los mas glotones esto es un punto a favor, porque ir a un sitio y después de cenar tener la sensación de haberte quedado corto, es un pecado. Por suerte aquí los camareros musulmanes no tientan a la ira de Alá y sirven platos bien cumplidos. El tenedor es una prueba que nos muestra su tamaño.

Y como además vemos en esta foto de arriba, son flexibles a las peticiones, y si les pedimos que nos sirvan ese pan sin döner, pero con falafel, pues te lo hacen y no te cobran extra. Buen punto.

De su sabor he de decir que la técnica es comérselo con mucha salsa, la mezcla de sabores es bastante equilibrada y sabrosa… de la carne que decir.. para algo metemos las salsas. La carne por si sola es algo seca, el estilo de cocina perpetua hace que el propio döner quede así. Por mi mismo no sabría decir si es 100% pollo y 100% ternera, pero también es cierto que no he tenido gastroenteritis y no me han salido pezuñas, así que podemos calificarlo de aceptable, decente incluso. Nos gusta: variedad de presentaciones y flexibilidad ante las peticiones de los clientes. Nos gusta menos: la variedad de las presentaciones no se transforma en variedad de sabores, mismo plato, distinto envoltorio.

En general creo que el local cumple con todo lo que se le pide, no es caro, esta situado en un entorno urbano que permite tenerlo a mano en el momento deseado, además sirven a domicilio y eso es de agradecer. De todas las veces que hemos visitado el local esta fue una de las que estuvo bien, al menos en el plano comida, otras veces han pecado de grasientos.

Por ultimo falta el análisis de los interiores, que tanto le gusta al Glotón Blanco.

Los baños a priori cumplen los cánones de sanidad, no se ve sucio. De hecho hasta esta delicadamente decorado con una regadera que hace conjunto con los azulejos. No encontrareis un desastre monumental, hay papel higiénico, jabón, secamanos. Cumple.

Y esta ha sido la humilde opinión de un glotón, que espero comentéis con ahínco, emplazándoos a próximas entregas que desde luego, creo que os sorprenderán…

Glotón Rojo.